Según las autoridades las enfermedades que provoca la nicotina comienzan antes de que se fumen un cigarrillo o se inhale su humo. Arrancan en el propio cultivo. En ese proceso el trabajador se expone a la llamada «enfermedad del tabaco verde», una patología que se genera cuando la piel absorbe la nicotina que contiene la hoja, al cosecharla sin protección.
La enfermedad causa náuseas, vómitos, dolores musculares, mareos, cefaleas (dolor de cabeza intenso), dolores abdominales, disneas y alteraciones del ritmo y la tensión arterial. La OMS estima que hay una prevalencia de 10 casos cada 1.000 trabajadores.
El tabaco es la principal causa mundial prevenible de muerte y el único producto que mata hasta la mitad de sus consumidores cuando se utiliza exactamente como el fabricante propone. A nivel mundial, más de 5 millones de personas mueren por el tabaco cada año —más que de infección por el VIH/sida, malaria y tuberculosis combinados. Mientras que el consumo de tabaco ha disminuido en varios países de ingresos altos, está creciendo en la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos, que están menos preparados para hacer frente a las consecuencias. Los cultivos de tabaco en Artigas están próximos al Rio Cuareim,todos los agrotoxicos van directamente a la corriente natural de agua,debido al arrastre que produce la misma .
Desde fines de los 60 se planta tabaco comercialmente en nuestro departamento,en esa época se realizo un estudió del suelo de la zona rural inmediata a la capital departamental el cual determino que las plantas de tabaco espigaron rápida y de muy buena forma.
El gobierno uruguayo desde hace unos años insiste en sus esfuerzos para reducir el consumo de tabaco con nuevas medidas,que incluirán el empaquetado plano en los próximos meses y la prohibición de fumar a menos de 200 metros de centros escolares y hospitales
Según especialistas plantar tabaco genera un daño tanto para el medio ambiente como para los cultivadores al estar en contacto con la hoja verde,principalmente en un medio húmedo.
Los plantadores reciben en su piel mucha nicotina.
La planta del tabaco es muy exigente y consume los nutrientes del suelo de manera muy rápida. Los responsables de estas plantaciones utilizan por ello gran cantidad de pesticidas y fertilizantes químicos que contaminan el suelo y el agua, como señala el estudio del Centro para el Control del Tabaco de la OMS «Tabaco como riesgo para el Medio Ambiente, de la planta a la colilla». El uso de estas sustancias puede provocar diversos daños en el entorno, como erosión, pérdida de biodiversidad o eutrofización de lagos y ríos.
Después de dos cosechas, el suelo se agota y queda inutilizado por estos productos. Según el informe del FSU, como hay que esperar tres años para volverlo a utilizar, los productores en países sin control ambiental no dudan en buscar nuevos terrenos que consiguen con más deforestación.
Las autoridades reconocen y saben que los que trabajan en las plantaciones de tabaco lo hacen porque necesitan.
Desde hace muchos años los cultivadores buscan alternativas por parte del gobierno para tener políticas de respuestas por la posible caída de rentabilidad debido a las políticas sanitarias del control de tabaco.