Varios son los impulsores de esta iniciativa, se destaca la campaña que realiza el conocido Profesor, Diego Leites de Moraes en Artigas.
Tambien hay otros impulsores de esta campaña los que buscan concientizar para que en los festejos predominen los fuegos artificiales en lugar de los dispositivos sonoros. Cómo lo que para algunos es una manera de festejar potencia la sensibilidad a los sonidos de otros. Qué hacer para protegerlos.
La pirotecnia afecta especialmente a los niños con condición del espectro autista, que tienen una hipersensibilidad a los sonidos en general. Según explican los especialistas, esto tiene que ver con unas conexiones entre la amígdala y la corteza cerebral que están disfuncionadas y esto hace que frente a mínimas cuestiones sonoras, estos niños las perciban y reaccionen.
Lo que se plantea en la campaña es que no se festeje con pirotécnica sonora, sino con pirotecnia lumínica, con juegos de luces. Así, si un niño o un adulto con condición del espectro autista se siente molesto, puede darse vuelta o no mirar para ese lado y no lo va a molestar. La sensibilidad lumínica no es la misma que la sensibilidad sonora, sin embargo si hay petardos y cañitas voladoras, por más que se encuentren adentro las van a seguir escuchando.
El autismo es una dificultad en el desarrollo que se presenta en la niñez y afecta a una de cada 50 personas, según las últimas estadísticas a nivel mundial.
El ruido que producen los fuegos artificiales es altamente dañino para perros, gatos y otros animales por tal motivo son varias las razones para evitar su uso.