La celebración de los Reyes se da 13 días después del nacimiento de Cristo y narra el comienzo de la Epifanía (del griego epipharmera: «brillar sobre», «mostrarse»).

Preparen los zapatos, el agua y el pasto: llega la celebración de Reyes Magos, esa fecha especial en la que los más chicos pueden pedirle a Melchor, Gaspar y Baltazar los regalos que, por una u otra razón, Papá Noel no trajo en Navidad.

La tradición surge en el Evangelio de San Mateo que cuenta que los magos vinieron de Oriente guiándose por una estrella que los condujo hasta Belén. Cuando llegaron, los Reyes volvieron a ver la estrella, encontraron a Jesús recién nacido y lo adoraron.

En esa oportunidad le regalaron oro (por su naturaleza real, como regalo conferido a los reyes), incienso (por su naturaleza divina, empleado en el culto ) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús).