A los seis meses de nacido, Henry sufrió meningitis y la secuela de la enfermedad fue la ceguera que padece hasta el día de hoy. Sin embargo, esto no lo privó de seguir sus sueños. A los nueve años comenzó a practicar judo y no ha parado hasta el día de hoy.
La dupla celeste que se viene compitiendo y entrenando hace varios años, tendrá dos Grand Prix muy exigentes por delante, el primero en Bakú, Azerbaiyán (25 y 26 de mayo) y luego en Birmingham, Inglaterra (19 y 20 de junio), para lo cual estarán acompañados de su entrenador, Iván Duarte. Ambos uruguayos compiten en categorías para baja visión o discapacidad visual.
Borges está en el puesto 11 del ranking mundial y los primeros 12 se meterán en la cita japonesa: «por lo cual hay que pelear para mantener la posición y de ser posible mejorarla para tener un mejor sorteo en los Juegos».
Mederos, está en el lugar 14 del ranking de la categoría de menos de 70 kilogramos donde las diez primeras sellarán su pasaje a Tokio: «Mariana está a 120 puntos de la décima colocada, por lo cual si tiene una buena actuación en las competencias, se va a meter.
En el caso de conseguir la clasificación, para Mederos sería la primera vez en unos Juegos Paralímpicos, mientras que para Borges la cuarta, un hecho que le da un tinte muy especial.
El judoca representó a Uruguay en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, Beijing 2008 y Río de Janeiro 2016, lo que lo enmarca como una referencia inevitable en la historia de nuestro deporte.
El destacado artiguense que vive desde hace un tiempo en Rivera, y quien fue como informamos, tres veces olímpico, estudió en su momento la posibilidad de subastar sus dos medallas de oro obtenidas en los Juegos Para-Panamericanos de Toronto 2015 y Lima 2019 con el fin de financiar su campaña y la de su pareja Mariana Mederos, rumbo a la clasificación a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021.
Finalmente consiguieron diferentes apoyos que les permitió viajar al viejo continente.
Fotos Henry y Mariana en Azerbaiyán