Sofocados. Ahogados. Así estamos estos días en la mayor parte Artigas debido a la ola de calor que azota nuestro país. Los niños son muy vulnerables a las altas temperaturas, por eso es importante tomar precauciones para evitar problemas como la deshidratación o un golpe de calor.

Los bebés y niños, debido a que tienen un mayor porcentaje de agua en su cuerpo y un equilibrio más débil, se deshidratan más rápido que los adultos. De ahí la importancia del consumo de agua en los más pequeños. Es clave reponer con frecuencia al organismo el agua que van eliminando a través de la orina y el No se debe esperar a que tengan sed, ni tampoco atiborrarlos, pero sí mantener siempre a su alcance una botella o cantimplora con agua fresca para que puedan hidratarse constantemente.

La cantidad de agua diaria que debe beber un niño es de entre 50-60 ml por cada kilo de peso, es decir medio litro de agua para un bebé de 10 kilos, por ejemplo. Hay que anticiparse a la sensación de sed. Los expertos recomiendan darles agua, zumos o lácteos cada dos horas.