El presidente de la República, Tabaré Vázquez, se despidió este viernes de sus funciones en un emotivo y multitudinario acto en la Plaza Lafone, en el barrio La Teja, especialmente vinculado a él.El discurso de Vázquez se extendió durante casi una hora, pero ninguno de los presentes dudó en aplaudir cada una de las menciones que hizo a los hitos de la gestión del FA, que finaliza mañana para dar paso a un gobierno de la “coalición multicolor”, encabezado por Luis Lacalle Pou. Empezó su oratoria en un atril “presidencial”, ubicado a la izquierda del escenario –donde hizo la rendición de cuentas de su gestión– y luego pasó a otro, en el medio del escenario, donde se paró más como un líder político, con una oratoria más directa hacia los militantes.Tenemos un sistema de partidos de los más antiguos del mundo, fortaleza de las instituciones y paz social porque apostamos al dialogo”, remarcó.
Vázquez dijo que todo ello es el legado que dejan los tres gobiernos del Frente Amplio para el pueblo uruguayo.
“Vamos a ser fieles custodios de que se respeten y no se vaya para atrás en los derechos tan merecidos que tienen todos los uruguayos y uruguayas. Entre todos seguiremos contrayendo al país. Una nación son construcciones permanentes, porque no hay destino en soledad. Nuestro Frente Amplio, más allá de la posición que nos ha dado el pueblo uruguayo y que respetamos, seguirá trabajando para que las grandes mayorías puedan vivir con más justicia social, fraternidad y solidaridad”, sentenció.
Agregó: “Pido de corazón, les ruego, que no se rindan”.
En ese momento leyó el poema “No te rindas”:
“No te rindas,
aun estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido
y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor,
es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque ésta es la hora y el mejor momento,
porque no estás sola,
porque yo te quiero”.