Los varones pueden ser alérgicos a sus propios orgasmos.
Muchos hombres que viven con esta condición conocida como el síndrome de enfermedad posorgásmica no son diagnosticados correctamente.
Las alergias son reacciones exageradas del cuerpo tras la exposición a una sustancia o producto que, comúnmente, no es dañino para la población en general. Cuando una persona alérgica se expone a ese agente, su sistema inmunitario cree que producirá un daño en el organismo y lo combate como si fuera un agente patógeno.
Hay muchas personas que son sensibles a variedad de estímulos. El sistema inmunitario puede desarrollar inmunidad frente a cualquier tipo de agente o sustancia del entorno. Por ello, existen alergias tan raras como al calor, al sol, al frío, al agua… Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que algunos hombres incluso pueden desarrollar una reacción alérgica a sus propios orgasmos.
Conocido como el síndrome de enfermedad posorgásmica (POIS), se presenta con síntomas inmediatos parecidos a los de la gripe que pueden incluir debilidad muscular, estornudos, tos o fiebre. En otras ocasiones, los afectados también puede experimentar problemas con el habla, la concentración y la memoria.
Las reacciones pueden durar desde unos pocos días hasta una semana y son el resultado de una respuesta alérgica o autoinmune al esperma, según afirman los investigadores de la Facultad de Medicina William Beaumont de la Universidad de Oakland.
El estudio comenzó en 2018 después de conocer el caso de un hombre de 27 años que desarrollaba tos, secreción nasal y estornudos, así como una erupción en el brazo cada vez que tenía un orgasmo.
Según publicaron en la revista médica revisada por pares Urology Case Reports, el hombre evitó cualquier actividad sexual debido a la naturaleza de sus síntomas, y los médicos no encontraron ningún problema con sus testículos, semen o hormonas.
Después de que el hombre visitara a los médicos de cabecera sin éxito, el equipo de investigadores probó diferentes tipos de antihistamínicos y descubrió que un tratamiento llamado fexofenadina alivió sus síntomas hasta en un 90 por ciento.
Shanholtzer cree que el problema puede comenzar por una lesión o infección en los testículos que provoca que una pequeña cantidad de esperma se filtre al torrente sanguíneo, lo que desencadena una respuesta del cuerpo.
El equipo cree que, con la divulgación del caso, más hombres en todo el mundo podrán ser correctamente diagnosticados y tratados por la enfermedad.