Todos los años, una vez que se instala la zafra cañera y comienzan las quemas y los cortes en toda la zona de Bella Unión, siempre aparecen las temibles víboras cruceras, por su potente veneno.

Es un ofidio habitante desde siempre en esa zona, en las últimas horas los trabajadores mataron la que mostramos en la fotografía que según su relato media más de un metro de longitud.

De las 38 especies de serpientes que existen en el país, cuatro son potencialmente peligrosas. Es decir, pueden envenenar a un individuo, ocasionarle problemas graves de salud y, potencialmente, la muerte.

Se trata de la yara, crucera, cascabel (está en peligro de extinción en el país) y coral. Si bien pueden tener distintos tamaños, las tres primeras presentan la particularidad de tener un veneno potente y agresivo.

CRUCERA:

Descripción

Es de complexión robusta y su tamaño oscila entre 25 y 150 cm. Color de fondo pardo castaño de tonalidad variable que, según el individuo, puede ser claro o muy oscuro. Exhibe, a cada lado de su cuerpo, una serie de 24 ó más manchas, redondeadas dorsalmente, que pueden oponerse o alternarse con las del lado opuesto. Dichas manchas, castaño oscuras o casi negras, presentan un fino trazo blanquecino que las bordea. Desde su extremo inferior hacia arriba avanza una inscripción cruciforme más clara, dando a cada mancha el aspecto en «C» de un tubo de teléfono. Más ventralmente, aparece una serie de grandes lunares castaños, bordeados de oscuro. Sobre la cabeza, de fondo castaño oscuro, se advierte un diseño de líneas angostas blanquecinas en forma de ballesta y, ocasionalmente, una pequeña cruz. Una línea transversa une los ojos. La zona gular presenta dos bandas longitudinales oscuras que, naciendo en el mentón, divergen hacia atrás, sustituyéndose en la zona del cuello por una banda media. El vientre, de fondo crema, está salpicado de pequeñas manchas oscuras.
No es particularmente agresiva: la mayoría de los accidentes se produce al pasar muy cerca de ella, al pisarla o al molestarla, o hurgando con la mano en lugares no accesibles a la vista, como dentro de cuevas de «Mulita», donde frecuentemente se refugia. Suele ingresar a las habitaciones rurales en busca de roedores y a los campamentos. Es una de las dos especies uruguayas de importancia ofídica.