Nos trasladamos hasta la zona de Catalán a unos 50 kilómetros del centro de Artigas, allí la sequía se puede apreciar simplemente observando el paisaje.
Pasto amarillento, tierra en muchos lugares, aguadas secas u arroyos cortados totalmente, la situación es muy preocupante.
“Bito” Cuello, quien es trabajador rural hace casi medio siglo, contó que esta situación es muy similar a la del año 1989, actualmente vive con su esposa Yovana y llevan adelante su establecimiento de unas 18 hectáreas con mucho sacrificio.
Cuentan con casi 30 vacas y terneros que tienen que cuidarlos extremadamente, buscándoles sombra, llevándolos a pastar cerca de la ruta o buscando buenas aguadas para que no se estresen, enfatizó.
El deseo de este conocido trabajador es que llueva mansamente y en abundancia.