Nuevamente el Ejército brasileño está apostado en la cabecera del puente Internacional del lado brasileño.
Los controles vehiculares son aleatorios como en oportunidades anteriores.
La operación pretende articular las acciones de las Fuerzas Armadas con la seguridad pública y del control aduanero, para evitar el ingreso, principalmente de drogas, armas y productos de contrabando.